A principios de 2011, fui asignado al territorio de San Ciro de Acosta en San Luis Potosi (México), un lugar muy bello sin duda; llegue en Diciembre, por lo que la temperatura era de unos cinco grados, lo que para mi era muchísimo frió comparado a las temperaturas elevadas de la blanca Mérida de donde soy originario. Lo que recuerdo es que no sentía los pies y las manos por el frió o la heladez como decimos en mi rancho, algo indescriptible. Llegando al poblado mi hospedaje era un departamento modesto compartido con otro precursor asignado. Y así empezó la aventura, fue mi primera Campaña de Predicación; el territorio abarcaba los poblados cercanos de Arroyo Seco y Concá y otros de Querétaro y San Luis; ademas la congregación atendía a un grupo establecido en Lagunitas, en el idioma Xioi o Pame.
Grupo Xioi en Lagunitas |
El primer mes fue algo duro, pues el territorio es montañoso, lo que implicaba algo de esfuerzo físico, pero sin duda una de las experiencias mas gratificantes fue que la gente es muy atenta a escuchar de la Biblia, a las dos semanas ya contaba con muchos estudios y revisitas, la gente de allí normalmente es gente que posee sembradíos, ganado o animales de granja, son amables y hospitalarios.
En San Ciro, se podían conseguir los víveres necesarios para el mes, pues cuenta con tiendas y hasta un supermercado, ademas de un parque con una pequeña plaza y kiosco, y algunos servicios de las pequeñas ciudades como telefonía e internet. Si no encontrábamos algún producto en el poblado, viajábamos unos 20 minutos hacia la ciudad de Río Verde en una Combi o mini Camioneta (Taxi), pues allí había mas variedad de productos.
Jehová nos bendijo en gran manera, pues enfrente de nuestro hospedaje, actualmente, vive un hermano (Francisco) con su esposa (Juanita), los cuales nos adoptaron prácticamente como hijos, nos dieron de comer y nos ofrecieron empleo, ya que el hermano es panadero. Entonces servíamos de Martes a Domingo, y Lunes trabajábamos vendiendo empanadas de hojaldre rellenas de mermelada, las cuales vendíamos en Rio Verde de casa en casa y por las calles... Nunca nos falto lo necesario.
Trabajando horneando las empanadas
En la siguiente entrada, les platicaré mas detalladamente como era el territorio y los desafíos a los que nos enfrentamos durante nuestra asignación.
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